La declaración de pandemia no solo transformó de un día para el otro nuestra actividad social y laboral, también impactó a todos los niveles nuestra vida familiar y la manera en que realizamos las compras del hogar. Esto sin hablar del impacto a nivel emocional que nos ha provocado el confinamiento y el miedo a contagiarnos o, peor aún, a contagiar a los miembros de nuestras tribus amadas.
Instagram post con una foto de mi primera “cajita”
Durante los primeros días de “distanciamiento solidario”, prepararnos para salir al supermercado —¡y el regreso!— se convirtió en un verdadero dolor de cabeza. Mil preguntas, tanta incertidumbre: “¿Qué ropa me pongo?” ,“¿la mascarilla, me protegerá realmente?”, “¿me pongo guantes?”, “¿habrá fila para entrar?”…
Una vez allí, la histeria:
— “Señora, guarde los 6′ de distancia; ¡no se pegue!”
Yo, al empleado del súper: — “¿Este carrito está desinfectado?”
Un “sí” ya no bastaba por respuesta. Sacaba un papel de mi cartera, le echaba un chorro de sanitizer y se lo pasaba al carrito como si estuviera untándole aceite.
Al regresar a la casa, toda ofuscada: —“Hay que desinfectar las bolsas de compra; ¡lavarlo todo!” Comenzaba, entonces, un proceso tedioso e interminable.
La fobia al COVID-19 estaba en high.
En esos días, navegando las redes me encontré con publicaciones de agricultores y agricultoras puertorriqueñas, muchos jóvenes, que ofertaban unas curiosas “cajitas agrícolas” con productos frescos, cosechados en fincas alrededor de la isla. Además de la promesa de que los productos eran frescos de verdad y, en su gran mayoría, orgánicos, ¡hacían entregas a la casa! 😲 No podía creer que ya no tendría que regresar a la tortura del supermercado.
Fue así como comenzó mi romance con las “cajitas” y su olor a campo en mi cocina: Cajitas de frutas y vegetales orgánicos, cajitas de panes libres de gluten, quesos y café, huevos y carnes del país y pescado fresco traído desde las comunidades de pescadores del oeste de Puerto Rico.
Finca Atabey fue otro de los emprendimientos agrícolas que comenzó a ofertar su “cajita” de productos cosechados en su finca en Santa Isabel. Tomado del blog de PRoduce!.
Me topé con más de una empresa que comenzaba a ofrecer sus servicios a través de las redes sociales: PRoduce!, Cabo Rojo Steaks, Pesca de Aquí, Finca Atabey, Ocean Lab y La Finca To-Go (La Cajita Project), entre otras.
En esa frenética búsqueda de información, encontré que detrás de cada uno de estos negocios había una historia de emprendedores que no se rindieron y, casi sin dinero y ante el dilema de si cerrar o mantener abiertas sus empresas, apostaron a la innovación para superar la crisis provocada por la repentina paralización de la actividad económica en el país y las restricciones impuestas a las pymes* por las Órdenes Ejecutivas emitidas por la Gobernadora.
Algunos de estos emprendedores gestaron nuevas marcas y crearon planes de negocios, otros estrenaron perfiles en las redes sociales. Muchos de ellos, por primera vez, abrieron una página web o desarrollaron un app. Todos delinearon nuevas estrategias de mercadeo para visibilizar sus negocios y alcanzar sus metas de ventas y, lo mejor, fue que en el proceso nos hicieron partícipe de sus historias.
Uno de estos emprendedores es el líder comunitario caborrojeño Hevel Vélez, quien no se dejó amilanar por las adversidades que le causó la pandemia y se dio a la tarea de llevar los productos que sacaban los obreros del mar hasta las casas o restaurantes de sus clientes. Para ello, elaboró un plan de negocios y, con el lema del mar a tu casa, comenzó su empresa Pesca de aquí.
Por su parte, los fundadores de PRoduce! se describen como “un equipo diverso que comparte el amor por la comida”, con una meta muy específica: “reconectar las comunidades de agricultores, pescadores, recolectores y productores artesanales con consumidores de todo Puerto Rico con el fin de disminuir el 85% de importaciones al fomentar la venta y compra del producto local”.
A la hora de buscar información sobre los productos y las empresas locales, una ventaja que vale destacar es que esta “revolución digital [nos] ha proporcionado a los clientes un conocimiento mucho mayor de los productos y servicios, lo que significa que las marcas ya no deciden qué información se [nos] entrega a los consumidores para conocer el producto. Los consumidores pueden acceder a información y opiniones en segundos, proporcionándoles datos suficientes para tomar decisiones de compra informadas.” (Marius Badenhorst)
Desde abril de este año, semanalmente mi familia, amistades y yo consumimos productos locales casi en su totalidad. Los ordenamos online, por Facebook, a través de los apps o páginas web de las empresas y esperamos con ilusión que nos llegue la añorada “cajita” con frutas, vegetales, carnes, quesos, postres, panes, helados, jugos, café y hasta cremas para la piel, azucenas, cerveza, ron y kombucha**.
Un dato a destacar en estos emprendimientos es la atención al cliente que sus dueños y encargados ofrecen. En su mayoría, son los propios dueños quienes atienden las preguntas sobre los productos en venta y los “antojos” o reclamos de los clientes y están disponibles a través de Facebook, Whatsapp e, incluso, por teléfono. La atención es inmediata, personal, cálida y muy respetuosa, marcando una diferencia abismal con la atención que puedes encontrar en las impersonales y grandes empresas.
Como señala el consultor y especialista en mercadeo AJ Agrawal, “el mayor cambio en la era digital es que el servicio al cliente nunca duerme. La gente espera que sus necesidades sean atendidas en todo momento”.
No solo mi familia y yo nos estamos alimentando con productos agrícolas de alta calidad, frescos y totalmente orgánicos —lo que, además, representa innumerables beneficios para nuestra salud—, sino que nos enorgullecemos al hacerlo. El saber que con tu compra apoyas la agricultura nacional y los emprendimientos de nuestros jóvenes empresarios y empresarias nos produce una satisfacción y una alegría inconmensurables. ¡En algo le ganamos al COVID!
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M Badenhorst (2020, 28 de mayo). How digital is changing consumer behavior. Tomado de https://www.mediavisioninteractive.com/digital-marketing-2/how-digital-is-changing-consumer-behaviour/
AJ Agrawal (2016, 15 de febrero). How The Digital Age Has Changed Marketing Channels Forever. Tomado de https://www.forbes.com/sites/ajagrawal/2016/02/15/how-the-digital-age-has-changed-marketing-channels-forever
D Rodríguez (2020, 21 de marzo). Líder comunitario de Puerto Real se reinventa con “Pesca de aquí”. Tomado de https://laislaoeste.com/del-mar-a-tu-casa-lider-comunitario-de-puerto-real-se-reinventa-con-pesca-de-aqui/
* Pymes es el acrónimo de pequeñas y medianas empresas.
** La kombucha se elabora con la mezcla de té verde o negro y un cultivo de levaduras y bacterias con propiedades probióticas y detoxificantes. Constituye una alternativa 100% natural a los refrescos tradicionales.
